Hipertensión arterial causa una de cada tres muertes en Chile
Mal sigue aumentando en el país y afectando también a niños y jóvenes. Investigadores explican causas y revelan nuevas investigaciones que ayuden a controlar esta condición.
Cecilia Yáñez
. Si se considera el nivel educacional, el más bajo posee la más alta prevalencia de hipertensión: 51,1%. Por edad, en los adultos mayores, la hipertensión llega al 75% de la población. De los hipertensos, solo el 65% está diagnosticado y apenas el 37% está en tratamiento.
“En Chile uno de cada tres fallecimientos al año tiene por causa la hipertensión arterial, y vamos en una tendencia al alza con respecto al número de casos afectados por esta enfermedad”, asegura Luis Michea, científico del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII).
Y las cosas no mejorarán. A su juicio, el envejecimiento poblacional y el incremento de los factores de riesgo, como son la obesidad, sedentarismo, diabetes, tabaquismo, entre otros, son elementos claves en el desarrollo de esta patología. “Necesitamos lograr que la gente llegue a tiempo a consulta o que tenga a disposición un tratamiento de forma temprana. Sin embargo, es importante que la medicina en Chile ponga mayor énfasis en lo preventivo que en lo curativo, lo cual también disminuirá los gastos a nivel país y de los pacientes”, explicó en el primer congreso sobre esta patología que se realizó en Santiago y en el que expusieron los principales investigadores nacionales.
Causas
Pese a la alta prevalencia de esta enfermedad, son pocos los casos en los que se descubre el origen de ésta, lo que dificulta su control. Carlos Fardella, endocrinólogo de la U. Católica e investigador del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) busca la explicación en las hormonas.
En los últimos 15 años, junto a su equipo, estudia los factores hormonales que producen la hipertensión y que explican un tercio de los casos. En ellos, las hormonas aldosterona y cortisol están presente en la mayoría.
“Conociendo el origen, se puede emplear cirugía laparoscópica o fármacos específicos que bloqueen la acción de estas hormonas, normalizando con ello no solo la presión arterial, sino que el daño que hacen estas hormonas directamente en el corazón y vasos sanguíneos. También, permite usar menos medicamentos, disminuyendo los costos del tratamiento, los efectos adversos y beneficios a su calidad de vida”, señala Fardella.
Michea y su equipo estudian el sistema inmune y se sorprendieron con uno de sus hallazgos: cuando estudiaban el rol de unas células específicas del sistema inmune (células dendríticas) descubrieron que aunque su función es básicamente de defensa, también están involucradas en la hipertensión.
Estudios en animales
Trabajaron con modelos animales a los que entregaron estímulos para generar un aumento de la presión sanguínea, como una dieta rica en sal y la hormona angiotensina II. Y al mismo tiempo, quitaron las células dendríticas en estos animales, pensando que esto iba a contribuir solamente en una disminución de la inflamación generada por la hipertensión, pero encontraron que estos animales no tenían hipertensión, por lo que la ausencia de estas células prevenía el desarrollo de la enfermedad.
Carlos Vio, investigador del Centro de Envejecimiento y Regeneración de la U. Católica (Care) dice que una de las formas de prevenir esta enfermedad es consumiendo alimentos que sean ricos en potasio y bajos en sodio. “El consumo de potasio a través de la dieta, regula naturalmente la presión arterial, reduciendo el riesgo de accidentes cardiovasculares, daños renales y osteoporosis, entre otras enfermedades. Sin embargo, como país nos hemos olvidado de incentivar su ingesta y esto es un gran desafío, ya que la hipertensión sigue siendo la primera causa de muerte en todo el mundo”, dice.
Según él, el potasio es de vital importancia para la salud humana porque favorece el normal funcionamiento de todas las células del organismo, razón por la cual, la OMS recomienda una ingesta de a lo menos 3,51 gramos al día. ¿Dónde está el potasio? Se encuentra en verduras, frutas, carnes, hortalizas y legumbres.
La forma más conocida de prevención es la reducción del consumo de sal, sobre todo considerando que las últimas estimaciones muestran que cada chileno ingiere alrededor de 100 kilos anuales de sal como promedio